Dra. María Inés Merchán Felipe – Menopausia
La menopausia es un proceso fisiológico normal en la vida de la mujer, que viene determinado por el cese de las menstruaciones y es debido a que los ovarios ya han agotado su reserva folicular. La edad media de aparición de la menopausia suele ser alrededor de los 50 años y supone un momento de importantes cambios tantos físicos como psicológicos.
Se considera que una mujer es menopaúsica cuando ha transcurrido un año sin reglas. El tiempo que precede y rodea a este momento se denomina perimenopausia y suele acompañarse de una serie de cambios que varía de unas mujeres a otras.
Los síntomas de la menopausia y su intensidad son muy variados y se presentan de forma muy diferente. En la siguiente tabla se resumen los más importantes:
- Síntomas vasomotores (sofocos, sudoración nocturna)
- Palpitaciones, irritabilidad, cambios de humor y del estado de ánimo
- Atrofia genital
- Alteraciones del deseo sexual
- Cambios corporales con aumento de la grasa central
- Alteraciones del sueño (insomnio)
- Alteraciones muscloesqueléticas (dolor articular, rigidez muscular)
- Empeoramiento de las enfermedades metabólicas y el perfil lipídico (diabetes, hipertensión, aumento del colesterol y los triglicéridos)
SINTOMATOLOGÍA VASOMOTORA (SVM)
Los sofocos y la sudoración nocturna son los síntomas más precoces y característicos de la menopausia. Aparecen como una sensación subjetiva de calor que asciende desde el tórax al cuello y la cara, que se asocia habitualmente a enrojecimiento y sudoración de la piel. En ocasiones va acompañado de palpitaciones y afecta hasta al 75 -85 % de las mujeres menopaúsicas.
Los sofocos pueden tener una duración variable, desde unos segundos hasta varios minutos y la frecuencia desde 1 ó 2 al día hasta varios en una hora. En la mayoría de los casos la duración de estos síntomas oscila entre los 6 meses y los 5 años.
Cuando os sofocos son muy intensos y frecuentes pueden llegar a alterar de forma muy significativa la calidad de vida de la mujer menopaúsica, interrumpiendo las actividades diurnas y el sueño.
Las medidas para paliar estos síntomas vasomotores se dividen en tres escalones según la intensidad y frecuencia de los sofocos y el estado de salud de la mujer:
Tratamiento preventivo: medidas higiénico-dietéticas, evitar tóxicos ( alcohol, tabaco, excitantes ), realizar ejercicios físico, terapias de relajación, todo encaminado a mejorar el estilo de vida y hacerlo más sano y saludable.
Tratamiento con productos naturales:
- Isoflavonas de soja, principalmente genisteina, son fitoestrógenos , que mejoran los sofocos además de tener otros efectos beneficiosos sobre e hueso, la atrofia genital y el sistema cardiovascular. Otros productos naturales utilizados son la Cimífuga racemosa, el lúpulo la salvia , ,la salvia.
- Terapia hormonal sustitutiva, cuya finalidad es administrar las hormonas que han dejado de fabricar los ovarios y por tanto aliviar los síntomas asociados a la falta de las mismas. Son preparados de estrógenos y progesterona que se administran diariamente y mejorar los sofocos, la sequedad vaginal, las alteraciones del ánimo y el hueso. Este tratamiento debe ser supervisado periódicamente por un profesional médico, el cual realizará las revisiones pertinentes y decidirá la pauta y duración del mismo.
SEQUEDAD VAGINAL
Es uno de los síntomas más frecuentes en la menopausia y que más consultas genera. Se debe a la falta de estrógenos, lo que provoca un adelgazamiento y debilidad del epitelio de la vagina ocasionando malestar e incluso dolor genital.
Los estrógenos también intervienen en el mantenimiento del Ph vaginal, por lo que un descenso de los niveles de los estrógenos favorecen las infecciones.
La sequedad vaginal se manifiesta en forma de picor, quemazón, irritación del área genital. También pueden aparecer molestias al orinar, flujo anormal, fisuras vulvares y relaciones sexuales dolorosas.
Tratamiento
Entre las diferentes opciones terapeúticas tenemos:
- Hidratantes vaginales: Se pueden aplicar diariamente sobre la zona genital. Su efecto es hidratar y mantener la elasticidad de la mucosa vaginal. Pueden ir asociados a sustancias antiinflamatorias y antipruriginosas.
- Terapia hormonal Local: Son compuestos con bajas dosis de estrógenos que se aplican 2- 3 veces en semana. Están indicados en cuadros moderados – severos. El paso de estos estrógenos al torrente sanguíneo es mínimo y por tanto los efectos secundarios a nivel sistémicos son muy escasos.
- Ospemifeno: es un tratamiento no hormonal que se administra por via oral. Se puede utilizar en mujeres que no pueden o no desean recibir tratamiento con estrógenos.
- Terapia hormonal sustitutiva: Consiste en la administración por diferentes vías (oral, pulverizaciones cutáneas, parches ) de estrógenos combinados con gestágenos. Hay que evaluar los riesgos- beneficios antes de utilizar este tratamiento.
- Prasterona: es un precursor estrogénico y androgénico, por lo que mejora la sequedad e irritación de la zona genital. Se usa de forma local en forma de óvulos intravaginales.
- Acido hialurónico: la inyección de dicho compuesto en el área genital favorecen la hidratación y elasticidad de la mucosa vaginal.
- Láser vaginal: este procedimiento utiliza el calor para estimular la formación de colágeno y así regenerar las diferentes capas celulares de la vaginal.
ALTERACIONES DEL ESTADO DEL ÁNIMO E INSOMNIO
En la menopausia además de los cambios físicos también se producen cambios psicológicos apareciendo cuadros de ansiedad, irritabilidad, cambios de humor y depresión. Estos síntomas empeoran sustancialmente la calidad de vida de las mujeres que los sufren.
ALTERACIONES DE LA LÍBIDO
Otro de los cambios que se producen es la disminución del deseo sexual que es debido tanto a la sequedad vaginal que provoca relaciones dolorosas como a la falta hormonal lo que provoca una disminución del deseo sexual y también contribuye el bajo estado de ánimo de la mujer en esta etapa.
Inés Merchán Felipe os cuenta un poco sobre la importancia de tratar la menopausia.