CIRUGÍA
BARIÁTRICA
POR LAPAROSCOPIA

La cirugía bariátrica está indicada cuando se cumplen dos condiciones claves:

• La terapia dietética, los medicamentos o los ejercicios físicos aplicados (o cualquier otro método no quirúrgico) probaron no ser efectivos.
• Tener un IMC simple mayor a 40.0 (que indica obesidad mórbida).

También, se toma como una condición:

• Tener un IMC igual o mayor a 35.0  sumado a una complicación grave de salud, como diabetes mellitus tipo II, hipertensión arterial o un riesgo elevado de enfermedades cardíacas y cerebrovasculares.

De todas las cirugías bariátricas, el bypass gástrico representa el 80 por ciento de todos estos procedimientos quirúrgicos. Tiene una baja tasa de complicaciones, se puede aplicar en la gran mayoría de los pacientes y es relativamente sencillo.

El bypass gástrico resulta ser el método quirúrgico más efectivo y más empleado para bajar de peso.

Además, se realiza por vía laparoscópica con lo que reduce la necesidad de grandes incisiones en la pared abdominal anterior. También se realiza por cirugía abierta o laparotomía.

Determinar cuál es la técnica quirúrgica adecuada para cada paciente es trabajo que le compete al médico obesólogo tratante, en conjunto de un equipo de especialistas en cirugía.

El paciente que desee o necesite una cirugía bariátrica (sea cual fuere el tipo) para tratar la obesidad,  debe someterse a una evaluación preoperatoria integral y multidisciplinaria que permita conocer su estado físico general y los posibles resultados.

El bypass gástrico consiste en una reducción del volumen del estómago y una recanalización distal del intestino, para que haya menos capacidad de almacenamiento de alimentos y de absorción.

La cirugía por laparoscopia consiste en realizar un conjunto de incisiones pequeñas en la piel de la pared abdominal anterior, a través de los cuales se introducirán una cámara y varios implementos quirúrgicos.

Tras alcanzar el estómago, el cirujano procederá a ejecutar la técnica de Roux en Y.

La técnica de Roux en Y es el nombre que recibe el abordaje quirúrgico que permite llevar a cabo el bypass gástrico propiamente dicho.

Básicamente, el bypass gástrico comprende:

• Disminuir el volumen gástrico con la creación de una pequeña bolsa en el extremo superior y proximal del estómago, justo en su unión con el esófago. Dicha bolsa tiene una capacidad de almacenamiento menor a 30 ml (que contrastan con los casi 4 litros que puede llegar a alcanzar un estómago en condiciones normales).
• Cortar el intestino delgado justo en el punto donde el duodeno (que está ubicado abajo del estómago) se conecta con el yeyuno, la primera porción del intestino delgado.
• Reconexión de la bolsa gástrica creada con el resto del tracto gastrointestinal. Esto se logra uniendo la porción inferior de la bolsa (o bolsillo gástrico) con el extremo superior del yeyuno.
• El resto del cuerpo del estómago (que ha sido también, suturado y sellado) y el trayecto duodenal siguen su trayecto original, drenando sus secreciones gástricas y biliares “corriente abajo”.

Como resultado se obtiene que, los alimentos recién ingeridos que llegan a la pequeña bolsa gástrica desde el esófago, serán transportados rápidamente y de forma directa hacia el yeyuno. Obviando así, el duodeno.

El principal sitio de absorción de nutrientes (incluyendo grasas y carbohidratos), es el duodeno. Por esta razón, se reduce la asimilación de los alimentos y por ende, habrá pérdida de peso.

En términos generales, un bypass gástrico es una cirugía bariátrica de tipo mixto que favorece la disminución de peso corporal en pacientes obesos por medio de dos mecanismos: restrictivos y malabsortivos.

El procedimiento se realiza con anestesia general, por lo que es totalmente indoloro. El tiempo de ejecución puede variar de paciente a paciente pero usualmente es menor a tres horas.

El tiempo de recuperación en el hospital posterior a la cirugía de bypass gástrico, es de mínimo unas 24 horas.

Todas las intervenciones quirúrgicas conllevan la posibilidad de que se desarrollen complicaciones posteriores.

Para el caso del bypass gástrico por laparoscopia, la tasa de complicaciones postquirúrgicas es de 7 por ciento. No obstante, esta misma cirugía realizada por métodos convencionales, esta tasa puede llegar a duplicarse.

Las cirugías abdominales (como la de apendicitis, por ejemplo) tienen un conjunto de complicaciones frecuentes, especialmente en pacientes cardiópatas, inmunodeprimidos o con problemas de diabetes mellitus. Entre ellas están:

• Infecciones producidas por bacterias intestinales dentro de la cavidad peritoneal, a lo que se conoce como Estas bacterias pueden multiplicarse y entrar al torrente sanguíneo, donde pueden llegar a casi cualquier órgano del cuerpo. Las infecciones más comunes son la neumonía, la meningitis y las uretritis (infecciones de tracto urinario).
• Tromboembolismo pulmonar que se produce como resultado de la formación de pequeños coágulos de sangre durante la intervención. Estos coágulos eventualmente pueden terminar dentro de los delgados vasos sanguíneos de los pulmones ocasionando que una porción de estos, deje de recibir sangre. Para evitarlo, se administran medicamentos anticoagulantes después de la intervención (nunca antes).
• Hemorragias debido a la gran cantidad de vasos sanguíneos que irrigan las paredes del estómago y de los intestinos que pueden romperse durante la cirugía.
• Hernias abdominales provocadas por incisiones de la pared abdominal que fueron mal suturadas o por ejercer excesiva presión como la que se produce al levantar un objeto pesado desde el suelo. Los músculos del abdomen pueden desgarrarse y hacer que el contenido abdominal (como los intestinos) lleguen a protruirse a través de estas aberturas y ocasionar dolor intenso e inflamación.
• Obstrucciones intestinales por procesos de cicatrización muy marcados.

Las intervenciones de bypass gástrico tienen sus propias complicaciones, entre las más comunes:

• Fugas a través de la anastomosis (unión quirúrgica del bolsillo gástrico con el yeyuno), las suturas pueden ser insuficientes y hacer que parte del líquido intestinal se filtra a la cavidad peritoneal, provocando infección y dolor abdominal intenso.
• Estrecheces o estenosisde la anastomosis debido a cicatrices que protruyen hacia la luz intestinal, haciendo que parte del contenido sea retenido.
• Úlceras intestinales, debido a que el poco ácido secretado desde el bolsillo gástrico puede erosionar la mucosa, irritándola y produciendo molestias.

También podrían presentarse ciertas deficiencias nutricionales, minerales y vitamínicas debido a la naturaleza absortiva de la mucosa gástrica y duodenal. Para tratarlo, los médicos recomiendan suplementos multivitamínicos con alto contenido de vitamina B12.

Luego de la cirugía de bypass gástrico, viene un periodo de recuperación en el que se permite que la pared abdominal y las suturas internas cicatricen y el que los tejidos puedan unirse completa y funcionalmente.

Este periodo de recuperación puede variar de persona a persona, pero generalmente es de unos cuatro días en el hospital y de alrededor de un mes, en casa.

Durante este tiempo, es recomendable permanecer recostado y no realizar esfuerzo físico exigente porque podría hacer que las suturas se rompan o se desgarren.

No solo se trata de descanso físico, sino también de ciertos cambios en la dieta normal. Por ejemplo, los pacientes que recién han sido sometidos a un bypass gástrico deben mantener una dieta en base a líquidos solamente.

Un par de días después, se permiten alimentos hechos puré para facilitar el paso a comidas más sólidas. Luego, alimentos blandos y más tarde, alimentos habituales que se puedan tolerar.

El médico nutricionista de nuestra Unidad de Obesidad indicará ciertos suplementos vitamínicos y minerales para evitar que existan deficiencias nutricionales.

También, es importante mantener un constante control médico para evaluar los niveles de pérdida de peso y otros cambios que se derivan de esta intervención, como por ejemplo:

• Cambios de humor e irritabilidad, esto debido a que el sistema gastrointestinal y los mecanismos del hambre y la sed (regulados por el sistema nervioso central) tienen un estrecho vínculo con el cerebro y el circuito de las emociones.
• Disminución repentina del apetito o sentir saciedad rápidamente.
• Sensación de debilidad general o cansancio persistente.
• Piel reseca o caída de cabello.
• Sensación persistente de frio.

Los resultados serán perdurables en la medida que cada paciente sometido a la intervención quirúrgica para adelgazar, la complemente con cambios saludables en los hábitos de salud.

Si un paciente sometido a un bypass gástrico modifica ciertos hábitos alimenticios (como comer botanas a medianoche regularmente…) y además, comienza a realizar actividad física, las probabilidades de que haya aumentos de peso (o no llegue a existir una pérdida neta) son muy bajos. Los resultados son bastante optimistas en general.

En todas estas modalidades de cirugía bariátrica se busca hacer que la persona obesa, pierda progresivamente peso corporal a través de ciertos cambios en la capacidad que tiene el tracto gastrointestinal (TGI) para absorber grasas y carbohidratos.

No obstante, el bypass gástrico es por mucho el procedimiento quirúrgico más difundido y practicado en el mundo. Tiene un alto nivel de efectividad y puede llevarse a cabo en una gran variedad de pacientes.

La manga gástrica (también llamada gastrectomía en manga) difiere del bypass gástrico porque el abordaje quirúrgico permite reducir el tamaño del estómago extrayendo gran parte de la curvatura mayor del mismo, del lado izquierdo. No se hacen reconexiones con el resto del TGI. Una desventaja de esta técnica es que no puede realizarse en pacientes con problemas de úlceras y existe el riesgo de que con el paso del tiempo, el estómago se distienda y aumente su volumen.

El balón gástrico consiste en la colocación de un dispositivo hueco y esférico dentro del estómago para limitar su capacidad volumétrica útil del órgano y disminuyendo así, el punto en el que la persona siente saciedad (o deja de sentir hambre). No implica la eliminación de tejido o reconexiones, pero tiene ciertas desventajas, como en pacientes con enfermedades inflamatorias intestinales o en mujeres embarazadas.

¿Con qué tipo de anestesia se lleva a cabo la operación? ¿Notaré algo?

La intervención se realiza con anestesia general, un método bastante seguro. De hecho, antes de la cirugía se llevan a cabo exámenes preoperatorios en los que se evalúan (entre otras cosas), la sensibilidad y la susceptibilidad a los fármacos anestésicos.

¿Es muy dolorosa la recuperación?

A menudo, algunos pacientes refieren dolor abdominal en los días posteriores a la cirugía. Esto probablemente se debe a cierta irritación de la mucosa intestinal al ser expuesta al ácido secretado por el estómago. Pero al cabo de unos días, desaparece por completo.

Las heridas quirúrgicas deben ser aseadas con agua, jabón y solución antiséptica diariamente para prevenir que se infecten y se inflamen, ocasionando comezón o dolor.

¿Tendré el mismo apetito que antes? ¿Me sentiré fatigado los meses posteriores? ¿Podré comer de todo?

En condiciones normales, el hambre y el apetito son proporcionales a la capacidad volumétrica del estómago. Posterior a una reducción de estómago, por bypass o manga gástrica, habrá una disminución considerable del apetito y se incrementará la facilidad para sentirse satisfecho.

Por esta razón, es común sentir fatiga o debilidad física. El cuerpo responderá ante esta disminución de la cantidad de alimentos ingeridos provocando malestares y haciendo que te sientas cansado, como un mecanismo de defensa.

Ahora bien, la variedad de alimentos debe modificarse. Bajando el consumo de grasas y alimentos procesados y aumentado el de fibra, verduras y zumos de frutas.

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